domingo, 31 de agosto de 2008

Hechos

En ese momento me di cuenta de lo rápido que sucedieron las cosas, mi brazo temblaba agitado reconociendo el horror de la escena que observaban mis ojos, como había podido yo una persona cuerda, sana… tranquila llegar a esto. En ese instante razone y recordé la sucesión de hechos que me llevaron a estar ahora con cuchillo lleno de sangre en mis manos y un agónico cuerpo desplomado en el suelo que trataba con sus últimas fuerzas esquivar a la muerte, aunque supiera muy bien que ya era demasiado tarde.

El cuerpo ya no se movía y sentado yo contemplaba la escena con una tranquilidad increíble - debe ser algo como el ojo del huracán- pensé el cigarrillo manguaba algo el insoportable hedor a sangre que se había apropiado del cuarto… mi cuarto.

Todos somos posibles asesinos tan solo se necesita el lugar y la situación… solo eso. 

noche de ocio con café y cigarrillos, una compañía agradable pero melancólica 

 

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